El 22 de noviembre de 1945 el Rector de la Universidad de Chile don Juvenal Hernández crea la carrera universitaria de Educadora de Párvulos, la primera en su tipo en toda Latinoamérica. 74 años después, una Educadora de Párvulos, Victoria Peralta, es distinguida con el Premio Nacional de Ciencias de la Educación. La dedicación profesional de las educadoras de párvulos hace historia en cada gesto sensible hacia la primera infancia, en un momento social de crisis de la institución familia y del rol de madre; la mujer es desde hace mucho en nuestro país un engranaje del mundo del trabajo y de la producción económica, viéndose presionada a confiar a su hijo o hija a la sala cuna antes de que cumpla 3 meses de edad y más tarde al jardín infantil. Allí comienza a escribirse el futuro cognitivo, emocional y social de ese niño o niña, allí se sentarán los cimientos de su bienestar y de su personalidad. ¿Existe conciencia en las autoridades que tienen a su cargo las políticas públicas en primera infancia de este hecho trascendente? Creemos firmemente que no, porque aún no se logra ver al niño pequeño como sujeto de derechos. Todavía se decide por ellos sin conocer sus reales necesidades cognitivas y socioemocionales, su fragilidad. Todavía se les vulnera soterradamente, ignorando las consecuencias sobre un organismo con tan rico potencial y al mismo tiempo tan frágil. Sin duda alguna que hay experiencias extraordinarias en pro del desarrollo integral de los párvulos, como Chile Crece Contigo, pero el país y los mismos párvulos esperan muchas otras iniciativas. En este día 22 de noviembre, Fundación Educacional Amanda desea realzar el papel formador fundacional de la Educación de Párvulos e invita a defender decididamente las demandas y reivindicaciones de las educadoras y técnicos en párvulos.